Audacia Ray. Making Sex Media for a Boring Future

Me había estudiado el programa del Porn Film Festival de Berlin en profundidad pero no había reparado en un detalle: el que tenía entre manos era el del año pasado. ¡Ja! Me he quedado frustradísima sin ver la conferencia de Genesis P-Orridge, ex-miembro de Throbbing Gristle y autor de la modificación corporal más macarra que conozco (se hizo la cirujía para convertirse en su mujer, que falleció de cancer hace unos años). Él estaba en Berlin un día como hoy pero hace exactamente un año. Scheisse!

Por suerte he reaccionado a tiempo para asistir a la charla de Audacia Ray: "Making Sex Media for a Radical Future". Audacia es una figura muy popular en la porno-blogosfera norteamericana. Es editora de Naked City, el blog de sexo del Village Voice, y autora del videoblog Live Girl Review en el que habla directamente a cámara, cuál presentadora de la CNN, pero desde su casa y sobre dildos. Yo la conocí tras leer un capítulo de su libro "Naked On The Internet: Hookups, Downloads, And Cashing In On Internet Sexploration", un análisis bastante amplio del negocio del porno digital made-in-usa (desde las chat rooms o las webs de video-streaming amateur hasta iniciativas de networking para trabajadoras sexuales). También ha dirigido el galardonado "The Bi Apple", un film casi para todos los públicos sobre una jóven investigadora que decide estudiar la vida de un grupo de bisexuales en una fuckhouse y acaba -cómo no- dejándose atrapar por la experiencia.

Claro que Audacia es una bomba. Y no precisamente sexual sino intelectual (porque no es fácil hacerte respetar por tu trabajo cuando te dedicas a escribir sobre consoladores). Sin embargo, con sejemante trayectoria, yo esperaba encontrar a una mujer más... ¿sofisticada? ¿radical? ¿políticamente comprometida? Por ejemplo en contra del porno mainstream heteronormativo y super comercial, que mira que está tirao... Pero no. Había olvidado un detalle más: Audacia es yankee. Y el porno da muchíííísima pasta. Su presentación ha sido corta y superficial: apenas media hora de obviedades e informaciones prescindibles sobre el negocio del ciberporno y una sola mención a proyectos más underground (Sharing is Sexy: una web de erótica copyleft - whatever that means). Y por supuesto todo muy etno-hetero-centrista, como si la única erótica interesante fuera la de los hombres y mujeres blancos, straight, anglo-parlantes y ricos.

Luego nos ha mostrado su último cortometraje: Dacia's Love Machine. El argumento es el siguiente. Como Audacia se dedica a recomendar juguetes sexuales, recibe gratis un montón de trastos con los que a veces no sabe qué hacer (o sea sí, pero el tiempo no le da para tanto). Love Machine es uno de ellos: un aparato enorme con palancas y pollas y agujeros de varios tamaños que hace un ruido infernal y ocupa un montón de espacio en su pequeño apartamento newyorquino. Audacia publica un anuncio en Craig's List para deshacerse de la Love Machine y recibe en su casa a algunos de los posibles compradores. Hasta aquí la historia es real y bastante divertida. Pero los supuestos compradores no son ni lo uno ni lo otro. El corto está filmado con amigos de Audacia y plagado de tópicos: la mujer embarazada que la da una bofetada al marido, el obeso que se desnuda y mete la picha en la máquina, la pija que pregunta si no tiene ruedas, un cura que viene a salvarla de su perdición...

Al final de la proyección Audacia y otra experta en juguetes sexuales de una revista lésbica alemana han debatido sobre los mejores y los peores productos del mercado, sus preferencias, sus criterios para reseñarlos positiva o negativamente. Todo con una falta de inteligencia y entusiasmo que una acaba preguntándose -al más puro estilo machito descerebrao- si en el fondo no serán un par de frígidas aburridas. Han hecho circular entre el público algunos de los gadgets que menos les gustan (nos han aclarado que los otros se los quedan y no los sacan de casa): un cono vibrador que hace más ruido que una lavadora y nadie sabe cómo se apaga, una especie de pepino de blandiblu que se pone duro y cambia de color cuando aumenta la temperatura (y allí hemos estado todas las asistentes como imbéciles frotándolo entre las manos), varias cremas estimulantes cuyo truco para aumentar la sensación de sensibilidad consiste basicamente, según nos ha explicado Audacia, en achicharrarte los genitales. Aparte de esto, ninguna información sobre cuáles son los materiales más saludables, menos tóxicos, más duraderos o los que tienen la mejor relación calidad-precio (un dato nada desdeñable teniendo en cuenta lo que valen los cacharritos en cuestión). Ni rastro tampoco sobre juguetes sexuales para bolleras -que tampoco estaba de más ya que el 90% del público eramos mujeres y había sido invitada por la directora de una revista de lesbianas. Practicamente lo único que hemos sacado en claro es que si no tienes un dildo de cristal de 400$ estás más out que una pareja de amish.

Os dejo con la última entrada de su videoblog Live Girl Review. Se pueden ver algunas de sus reseñas y un extracto de Dacia'a Love Machine. También presenta un modelo de los vibradores de nueva generación que llevan una pequeña computadora integrada y aprenden a programarse solos a partir de las preferencias de la usuaria. Vamos, como el Google Maps pero para el clítoris. ¿Un paso más hacia The Internet of Things? Hhhmmm...

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